MARTES DE LA SEMANA I
Hora
intermedia
TERCIA, SEXTA, NONA
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
HIMNO
No es lo que está roto, no,
el agua que el vaso tiene;
lo que está roto es el vaso,
y el agua al suelo se vierte.
No es lo que está roto, no,
la luz que sujeta el día;
lo que está roto es su tiempo,
y en la sombra se desliza.
No es lo que está roto, no,
la caja del pensamiento;
lo que está roto es la idea
que la lleva a lo soberbio.
No es lo que está roto Dios
ni el campo que él ha creado;
lo que está roto es el hombre
que no ve a Dios, en su campo.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.
SALMODIA
Ant. 1. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Salmo118, 1-81 (Aleph)Meditación sobrela palabra de Dios
revelada en la ley
En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos
(lJn 5, 3)
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón;
el que, sin cometer iniquidad,
anda por sus senderos.
Túpromulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojaláesté firme mi camino,
para cumplir tus consignas;
entonces no sentiré vergüenza
al mirar tus mandatos.
Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú, no me abandones.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Dichoso elque camina en la voluntad del Señor.
Ant. 2. Se alegra micorazón con tu auxilio.
Salmo 12 Súplica del justo que confía en el Señor
Que el Dios de la esperanza colme vuestra fe de alegría (Rm 15,13)
¿Hastacuándo, Señor, seguirás olvidándome?
¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro?
¿Hasta cuándo he de estar preocupado,
con el corazón apenado todo el día?
¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?
Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío;
da luz a mis ojos
para que no me duerma en la muerte,
para que no diga mi enemigo: «Le he podido»,
ni se alegre mi adversario de mi fracaso.
Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegra mi corazón con tu auxilio.
Ant. 3. Dios nos encerró a todos en el pecado para tener
misericordia de todos.
Salmo 13
Corrupción y necedad del impío
Si creció el pecado, más desbordante fue la gracia (Rm 5,20)
Dice el necio para sí:
«No hay Dios.»
Se han corrompido cometiendo execraciones,
no hay quien obre bien.
El Señor observa desde el cielo
a los hijos de Adán,
para ver si hay alguno sensato
que busque a Dios.
Todos se extravían
igualmente obstinados,
no hay uno que obre bien,
ni uno solo.
-Pero ¿no aprenderán los malhechores,
que devoran a mi pueblo como pan
y no invocan al Señor?
Pues temblarán de espanto,
porque Dios está con los justos.
Podéis burlaros de los planes del desvalido,
pero el Señor es su refugio.
¡Ojalá venga desde Sión
la salvación de Israel!
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob y gozará Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos encerró a todos en el pecado para tener
misericordia de todos.
TERCIA
LECTURA BREVE Jr 17, 7-8
Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza.
Será
un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente
echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará
verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto.
V. El Señor no niega sus bienes a los de conducta intachable.
R. ¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre que confía
en ti!
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que a la hora de tercia enviaste tu
Espíritu Defensor a los apóstoles, derrama también sobre nosotros
este Espíritu de amor, para que, ante los hombres, demos siempre
fiel testimonio de aquel amor que has querido que fuera el
distintivo de los discípulos de tu Hijo. Que vive y reina por los
siglos de los siglos.
SEXTA
LECTURA BREVE Pr 3, 13-15
Dichoso el que encuentra sabiduría, el que alcanza inteligencia:
adquirirla vale más que la plata, y su renta más que el oro; es
más valiosa que las perlas, ni se le comparan las joyas.
V.
Te gusta un corazón sincero.
R. En mi interior me inculcas sabiduría.
ORACIÓN
Oh Dios, que revelaste a Pedro tu plan de salvar a todas las
naciones, danos tu gracia, para que todas nuestras acciones sean
agradables a tus ojos y útiles a tu designio de amor y salvación
universal.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
NONA
LECTURA BREVE Jb 5,17-18
Dichoso el hombre a quien corrige Dios: no rechaces el escarmiento
del Todopoderoso, porque él hiere y venda la herida, golpea y cura
con su mano.
V. Trata con misericordia a tu siervo, Señor.
R. Enséñame tusleyes.
ORACIÓN
Oh Dios, qué enviaste un ángel al centurión Cornelio, para que le
revelara el camino de la salvación, ayúdanos a trabajar cada día
con mayor entrega en la salvación de los hombres, para que, junto
con todos nuestros hermanos, incorporados a tu Iglesia, podamos
llegar a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al
Señor.
R. Demos gracias a Dios. |